En sus palabras posteriores al rezo del Regina Caeli, el Pontífice lamentó que a un mes del estallido de la violencia en Sudán, la situación siga siendo grave.
“Al alentar los acuerdos parciales alcanzados hasta ahora, renuevo mi sentido llamamiento a que se depongan las armas, y pido a la comunidad internacional que no escatime esfuerzos para hacer prevalecer el diálogo y aliviar el sufrimiento de la población”, expresó el Santo Padre ante unos 25 mil fieles reunidos en la Plaza de San Pedro.
“Por favor, no nos acostumbremos a los conflictos y a la violencia. ¡No nos acostumbremos a la guerra! Y sigamos estando cerca del martirizado pueblo ucraniano”, pidió el Papa Francisco.
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