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Templo Parroquial de San Antonio de Padua, en Celaya, Gto. |
Eugenio Amézquita
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Las pintura de Las Ánimas.
(Foto: Archivo) |
Delincuentes aún no identificados profanaron las Parroquia San Antonio de Padua, ubicada en la Avenida Insurgentes y Guanajuato, y sustrajeron una pintura cuyo valor no ha sido cuantificado, pero que por lo menos tiene más de 200 años de antigüedad y escenifica la presencia de las Ánimas del Purgatorio.
La Agencia Investigadora VII de la Subprocuraduría de la Región C, fue la encargada de iniciar la integración de la Carpeta de Investigación 116529, luego de que el párroco de dicha parroquia, Pbro. Manlio Nahúm Flores Martínez presentara la denuncia respectiva donde quedó constancia que el pasado domingo, alrededor e las 14:00 horas, detectó la desaparición de la pintura al óleo que se encontraba en el interior de las instalaciones parroquiales.
Las autoridades expresaron que el sacerdote diocesano inició la revisión de las instalaciones ante la posibilidad de que hubiera sido movido de lugar el cuadro por alguna situación de mantenimiento y al comprobarse la desaparición de la obra de arte, siguió los protocolos respectivos presentando la denuncia respectiva.
Por parte de la Unidad Especializada en Robo Habitación, Industria y Comercio inició las indagatorias necesarias, aparte de que Servicios Periciales procesó el lugar a fin de localizar indicios que lleven a la captura de los inculpados por este robo además del análisis respectivo de las cámaras de vigilancia.
La pintura, una joya centenaria
La obra de arte sacro robada, representa la escena del purgatorio, en donde se tienen siete personajes, entre los que se detecta un obispo, un Papa, laicos y algunos consagrados, que permanecen a la espera de la salida del Purgatorio, estado que la Iglesia Católica identifica como el previo a la entrada a la gloria eterna para todas aquellas almas que están purificándose.
En la parte superior de la escena, se encuentra, al centro, la imagen de San Miguel Arcángel, y a la derecha de este, la imagen de San Francisco de Asís, y a la izquierda del arcángel, jefe de las milicias angélicas, a San Antonio de Padua, patrono de esta parroquia y del templo.
En cuanto a la mecánica del robo, no se dieron mayores informes debido a que, en base a la explicación del sacerdote diocesano, no se quiere entorpecer el proceso de investigación y asegurar la recuperación de esta obra, en un hecho que viene a lastimar a este barrio, uno de los tradicionales de Celaya y que históricamente fue escenario de la presencia del Ejército Insurgente en un alto previo a su entrada a Celaya, además de haber sido punto de operaciones durante las batallas de Celaya, además de haber contado con un cementerio, que posteriormente llevó al trasladó los restos de los difuntos ahí localizados al actual cementerio norte.
Los ladrones al acecho de los templos e Iglesias
En una investigación realizada por El Sol del Bajío, pudo constatarse que en meses recientes, por lo menos tres templos católicos de la ciudad han sufrido la visita de los amantes de lo ajeno, llevándose desde equipos o materiales que se emplean para el mantenimiento de los templos, hasta objetos que si bien no representan un valor monetario alto, si tienen una alta estima espiritual para los feligreses, que a base de sus cooperaciones dotan a esos recintos sagrados de lo necesario.
Así, en semanas pasadas, la colonia Latinoamericana recibió la visita de los ladrones, quienes sin empacho alguno, treparon a través de la alta base de madera que soporta la imagen de la patrona del templo, Nuestra Señora de la Salud, y la despojaron de su corona, que económicamente no era de mucho valor, pero que sí lastimo los sentimientos religiosos de los vecinos.
Semanas atrás, en una de las secciones de Geovillas, los ladrones casi limpian el templo del la cuasiparroquia San Juan Pablo II, ante el malestar de la gente ya que se trata de un templo en construcción y que se erige con el esfuerzo de los vecinos.
El caso más reciente, fue el asalto a mano armada en un templo de la zona oriente de la ciudad. Se desconoce si en estos casos se interpuso o no denuncia por parte de los afectados.
Finalmente, de los casos más sonados, se cuentan los de los años 2009 y 2015, en donde, en el primero, fue sutraída por manos desconocidas la imagen en madera de mezquita de la Virgen de Guadalupe, localizada en el altar mayor del templo y que posteriormente apareció en el templo de San Antonio. En el segundo, el robo de la corona del Santo Niño de Praga, del interior del Templo del Carmen de Celaya, en un hecho en el cual fue captado el ladrón por las cámaras de vigilancia.